La ciudad de Valencia es una de las grandes urbes españolas, uno de los principales destinos turísticos que buscan no sólo sol y playa sino también cultura y ocio, y es además el lugar en el que se celebran las populares "fallas", una de las fiestas españolas más peculiares y populares. La ciudad está situada en la costa oriental española a
orillas del Mar Mediterráneo; a unos 355 kms. al este de Madrid, y a unos 365
Kms. al sur de Barcelona. Su situación geográfica entre las ensenadas de los
ríos Júcar y Turia ha definido, desde su origen, su vocación marinera, y su puerta al turismo moderno.
Fundada en el año 138 a.C. por el Imperio Romano, la ciudad
de Valencia llegó a estar incluso abandonada y deshabitada durante cincuenta
años en los albores del primer siglo. Pero se recuperaría para integrarse en el
Reino Hispano-Visigodo; sería después capital de una Taifa musulmana; y aún posteriormente
ciudad y puerto marítimo importante en el Reino de Aragón. La unificación de
los Reyes Católicos supuso inicialmente un fuerte empujón para la ciudad
gracias al comercio con América, y sin embargo posteriormente, durante la Edad
Moderna, un cierto letargo al perder el papel protagonista a favor de otros
grandes puertos marítimos y ciudades ubicados en las costas del Océano
Atlántico. Sólo en el siglo XX, Valencia se ha consolidado como la gran urbe
que hoy es. Llegó a ser la sede del Gobierno Republicano Español durante el
conflicto civil de 1936, y con la llegada de la democracia fue elegida como
capital de la Comunidad Autónoma Valenciana.
Ciudad de las Artes y las Ciencias |
En el último decenio la ciudad ha experimentado un cambio
importantísimo con la promoción y construcción de una nueva imagen urbana
basada en la recuperación del patrimonio cultural, histórico y artístico; pero
también con grandísimas inversiones que han supuesto para Valencia la llegada
del Metro, la construcción de la Ciudad de las Ciencias y las Artes, del
Instituto Valenciano de Arte Moderno, una gran reordenación y crecimiento
urbano, y la consecución de grandes eventos deportivos de proyección mundial
como la celebración de la American Cup de vela, o del Gran Premio de Fórmula 1
en su circuito urbano (que no se celebrará en el presente año 2013). Por todo ello, y por sus hermosas playas bañadas por el
Mar Mediterráneo, Valencia se ha convertido hoy en uno de los principales
referentes turísticos en España que aporta no sólo “sol y playa,” sino muchos
otros alicientes culturales e históricos, además de todos los servicios que
sólo las grandes urbes pueden ofrecer.
Ha de saber el visitante que en Valencia, y en toda la Comunidad Valenciana, además de
hablarse el castellano se habla también en valenciano.
Si somos académicos en su definición hemos de explicarlo como una variante del
catalán, si bien es verdad que el valenciano
cuenta con su propia Acadèmia Valenciana de la Llengua que lo regula y protege.
Sus diferencias con respecto a la lengua catalana son notables: está mucho más
influenciado por el castellano, presenta ciertas formas arcaicas en los
plurales, y quizás lo más notable y diferenciativo sea su pronunciación. No
obstante, a priori, el valenciano no supondrá ningún tipo de problema práctico durante
la visita a la ciudad, ya que toda la población es perfectamente bilingüe.
Para llegar a Valencia desde Madrid tenemos las tres
opciones principales que el transporte público nos ofrece. La más económica,
normalmente, será el autobús. Las principales conexiones con Valencia salen
desde la Estación Sur – Méndez Álvaro, y el trayecto tiene una duración
aproximada de cuatro horas. Si elegimos el avión, podemos realizar el trayecto
en poco más de 50 minutos, y el destino será el Aeropuerto de Manises que está
a 8 kilómetros de la ciudad, pero comunicado con Valencia a través de la red de
Metro (Líneas 3 y 5). Además, algunas compañías Low Cost ofrecen tarifas muy
convenientes si se reserva con el adelanto suficiente. Y la última de las
opciones es el tren, que nos ofrece una doble vertiente: el ferrocarril
convencional que realiza el trayecto en unas 4-5 horas, o el servicio de AVE
(Tren de Alta Velocidad), sensiblemente más caro, pero que cubre el trayecto en
tan sólo 1 hora y media.
Ciudad de las Artes y las Ciencias |
Probablemente la imagen más internacional de Valencia en la
actualidad es su Ciudad de las Artes y las Ciencias, que ha de ser una visita
obligatoria. Se encuentra ubicada en el antiguo cauce del río Turia, al sureste
de la ciudad –bastante cerca del Puerto–, ocupando un eje longitudinal de algo
más de dos kilómetros. La Ciudad de las Artes y las Ciencias es un conjunto arquitectónico
dedicado a la divulgación científica, cultural y artística que comprende seis
grandes construcciones o espacios: el Hemisfèric (cine “imax” y proyecciones
digitales), el Umbracle (mirador, zona de servicios y aparcamiento), el Ágora
(espacio multifuncional), el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe (centro de
ciencia interactiva), el Oceanográfico (el mayor acuario de Europa con más de
500 especies marinas) y el Palau de les Arts Reina Sofía (Teatro-auditorio, en
el que destaca la programación de óperas). En su conjunto es el mayor espacio
de difusión cultural de Valencia en base a cuatro grandes ideas temáticas: cosmos,
biosfera, ser humano y cultura. El conjunto destaca no sólo por su interés
cultural y divulgativo, sino también especialmente por sus espectaculares y
llamativas arquitecturas, obra de los arquitectos españoles Santiago Calatrava
y Félix Candela. El conjunto está conectado con el centro de la ciudad a través
de varias líneas de autobuses urbanos, así como con la línea de Metro, aunque
en este caso conviene saber que desde la parada más cercana (Alameda), hasta la
Ciudad de las Artes y las Ciencias, nos separarán 15 minutos a pie.
Barraca en La Albufera |
Otra visita que se debe realizar en Valencia –quizás dependiendo
de la época del año– es la Playa. Al norte del puerto se encuentran las dos
playas urbanas por excelencia. En el extremo norte la más famosa y preferida de
los valencianos, la playa de la Malva-rosa. Y entre ésta y el puerto, la Playa del Cabanyal, que es la más cercana al centro histórico y la que quizás cuente
con una mejor conexión de metro, tranvía y autobuses. El nombre de cabanyal le
viene de las pequeñas casas tradicionales –cabañas– que desde antiguo
construyeron los pescadores, con materiales muy humildes en sus inmediaciones,
y que han creado un barrio hoy integrado en Valencia ciudad. Sabed también que
la zona del Cabanyal es, además de playa, uno de los lugares de ambiente
nocturno preferido por los valencianos. Además, para aquellos viajeros que cuenten con tiempo y
medios, convendrá igualmente saber que al sur del puerto se siguen extendiendo
playas, algunas tan famosas y concurridas como la de El Saler, y sobre todo el
Parque Natural de la Albufera. Se trata de una reserva costera de humedales con
gran cantidad de plantas y animales, e incluso dunas de arena. Merecerá la pena
una visita no sólo por este aspecto, sino también porque en él encontraréis una
gran cantidad de pintorescas casas tradicionales de pescadores: las “barracas”;
veréis pequeños veleros de aspecto casi artesanal para pescar por sus canales,
y contemplaréis inmensas explotaciones de arroz.
Fallas de Valencia |
Pero de vuelta a la ciudad, hemos de recordar que Valencia ofrece
mucho más en su propio centro urbano. Alberga un elevadísimo número de museos y
centros culturales tanto públicos como privados. Por esa razón, tal vez sea
buena idea hacer una selección previa y decidir alguna visita, si bien los más
conocidos, son el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el Museo deBellas Artes, o el Museo Fallero. Sobre este último explicar que “las Fallas”
son las fiestas principales de la ciudad, que se celebran del 15 al 19 de
Marzo, y están consideradas como Fiestas de Interés Turístico Internacional por
su tradición, arraigo y espectacularidad. El origen de la fiesta, antiquísima, responde
a la quema de los desechos de las carpinterías de la ciudad en la celebración
de su patrón (San José). Con estos fuegos se quería simbolizar la quema y por
lo tanto la eliminación de los problemas y los males. Sin embargo, con el paso
del tiempo, para esos fuegos se dejaron de utilizar maderas y materiales de
desecho, para pasar a crear verdaderas esculturas y conjuntos de figuras (que
hoy ya no son sólo de madera, sino también de otros materiales), y que tienen
como misión recordar los hechos más significativos, felices, críticos, alegres,
o de cualquier otro origen, que hayan sido importantes para la ciudad a lo
largo del año. El destino de todas estas verdaderas obras de arte, es ser quemadas
en las calles de la ciudad durante la celebración de las fiestas. Inseparable
de este espectáculo, van las mascletás. El uso de la pólvora para la creación
de petardos, bombas y fuegos de artificio está igualmente muy arraigado en
Valencia –y en toda la Comunidad Valenciana– y las fallas suponen el punto
álgido del año. Los principales actos lúdicos, quema de fallas, desfiles, etc,
van siempre acompañados del fuerte estruendo que realizan estas actividades pirotécnicas.
La festividad de las fallas es una de las fiestas más curiosas y arraigadas de
toda España, y también de las más concurridas. De modo que si vuestra visita va
a coincidir con ellas, más vale planearla con anticipación, especialmente en lo
que concierne al alojamiento y la intendencia propia del viaje.
Catedral de Valencia |
En el centro histórico de la ciudad de Valencia todavía
tendremos tiempo de conocer algunos de sus lugares y monumentos más famosos. Por
tamaño destacará la Catedral de Valencia, edificio levantado en el mismo
espacio en que antes existió la Mezquita principal de la ciudad durante el
periodo musulmán, y aún posteriormente la primera catedral cristiana, que se
remontaba a la época visigoda. La actual catedral fue construida principalmente
entre los siglos XIII y XV, y por tanto el aspecto general es gótico, si bien es
cierto que las obras continuaron activas hasta la época del barroco y por ello
podemos encontrar decoraciones renacentistas y barrocas repartidas por
distintos lugares del edificio. Pero la imagen más emblemática del centro
histórico no es la Catedral propiamente dicha sino su torre campanario. Se
encuentra situado a los pies de la Catedral (originariamente exento), y mirando
hacia la Plaza de la Reina. Los valencianos lo llaman popularmente “miguelete”
o en valenciano, “micalet”. Es precisamente junto a esta torre campanario que
se encuentra también la fachada más bonita de la Catedral, la llamada “Puerta
de los hierros”.
Otro edificio gótico, pero en este caso civil, que bien merece
la pena visitar en Valencia es la Lonja de la Seda. Situado al Suroeste de la
Catedral, concretamente en el número 31 de la Plaza del Mercado –frente al
edificio que da nombre a la plaza y que también merece la pena visitar– posee
el título honorífico de ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El
edificio se construyó entre 1483 y 1498 como centro de transacciones
comerciales, mostrando de este modo la importantísima riqueza mercantil que la
ciudad albergó en el siglo XV. Es un edificio espectacular por la sencillez y
esbeltez de su arquitectura gótica, su armonía en la construcción, y la belleza
unitaria del conjunto. Destaca su sala principal, sustentada por ocho
impresionantes columnas que dan la falsa impresión de ser demasiado delgadas
para sujetar el techo y alcanzar tan grandiosa altura.
Todavía en los límites del centro histórico también podremos
visitar alguna de las viejas puertas que rodearon la ciudad medieval de
Valencia. Como todas las ciudades importantes de los reinos hispanos, Valencia
estuvo contenida dentro de una muralla que todavía se abría únicamente por doce
puertas hasta el año 1865, antes de la
práctica destrucción del perímetro para facilitar el crecimiento y expansión
urbano. Dos de aquellas puertas se conservan todavía en perfectas condiciones:
la Puerta o Torres de Serranos (al norte del centro histórico), y la Puerta o
Torres del Quart (al Oeste).
Horchata y Fartons |
Un fuerte y característico rasgo propio de Valencia es su
gastronomía, cuya base es la más tradicional dieta mediterránea. La base de sus
principales platos recae en el arroz, las verduras típicas de la huerta
valenciana, y el pescado. No os vayáis sin probar la paella, pues Valencia es
la verdadera cuna de este plato y presenta numerosas variantes. Desde la más
tradicional receta de la paella, hasta otras realizadas variando los
ingredientes principales que acompañan y aderezan al arroz, ya sea sólo con
carnes, o sólo pescados, o mariscos, o la mezcla de todos o algunos de estos
ingredientes. O si lo preferís, probad el arroz al horno, muy popular en
Valencia, y sin embargo poco conocido en el resto de España: acompañan en este
caso al arroz tomates, garbanzos, patatas y embutidos. Probad alguna de sus
recetas de pescado, como puede ser el All i Pebre, una receta que se basa en
una salsa en la que se va a cocinar el pescado. El más popular es el all i
pebre de anguilas. Y por último, alguno de sus dulces. Para ello quizás la
mejor idea es tomar Horchata de Chufa con Fartóns. La horchata es una bebida
refrescante (y postre) realizada a partir de chufas, que son unos pequeños
tubérculos; mientras que los fartons son unos dulces de forma alargada,
compuestos a base de harina, azúcar, huevos, leche y levadura, y que
tradicionalmente se mojan en la horchata antes de comerlos.
El clima de Valencia es el mediterráneo por excelencia,
suave y húmedo. En invierno será poco habitual bajar de los 10º, y en verano
también será extraño superar los 25º. La media anual se sitúa entre los 16 y 18
y las precipitaciones son irregulares y escasas. La única incomodidad es el
relativamente alto grado de humedad ambiental, que es constante todo el año,
razón por la cual en ocasiones las temperaturas nos pueden parecer más
extremas, altas o bajas, de lo que realmente son. Y tan sólo hay un verdadero peligro,
impredecible por otro lado, que es el fenómeno de la gota fría: lluvias
torrenciales de altísima intensidad que se suelen situar en Otoño, y que a
menudo provocan inundaciones. Pero éste es un fenómeno poco habitual, y la
realidad del clima valenciano es que podemos acudir a la ciudad en cualquier
época del año con muchas, muchísimas, garantías de buen tiempo.
IYP
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