martes, 18 de enero de 2011

Ibiza: destino privilegiado.

La isla de Ibiza tiene un raro privilegio que no todas las islas del Mar Mediterráneo poseen. En su pequeño territorio se ha creado una perfecta y curiosa combinación que la ha convertido en uno de los destinos turísticos por excelencia:

La primera de sus características especiales la define su situación geográfica: sol, playa, naturaleza exquisita, costas espectaculares y buen clima durante casi todo el año.

La segunda de las características la compone su impresionante cultura, que abarca desde las manifestaciones megalíticas prehistóricas; a la declaración honorífica de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por ejemplo del centro histórico de Dalt Vila (centro histórico de la ciudad de Ibiza), considerado el recinto amurallado mejor conservado de todo el ámbito Mediterráneo.

La tercera de las características es quizás la más conocida de todas ellas. Ibiza es sinónimo de fiesta. Sinónimo de divertimento, discotecas, y buen ambiente. Algunos de sus centros lúdicos son conocidos en todo el mundo.

Y todo ello junto, hace de Ibiza un destino perfecto para relajarse durante un fin de semana, o incluso para planear en ella unas buenas vacaciones.

La isla de Ibiza (Eivissa en mallorquí o ibicenco) es una de las islas mayores que componen el archipiélago de las Islas Baleares –junto con Mallorca, Menorca, Cabrera, Formentera y otras islas menores–. Todas ellas están situadas en pleno Mar Mediterráneo, al este de las costas peninsulares de la Comunidad Valenciana, y constituyen la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, siendo su capital la ciudad de Palma de Mallorca, en la isla de Mallorca.

La isla de Ibiza está a su vez situada al sur del archipiélago, a unos 140 kms. al sur de la isla de Mallorca, y es la isla más cercana a la península, distando tan sólo poco más de 70 kms. Su geografía es muy accidentada, presentando gran cantidad de pequeñas montañas, que han generado numerosos valles y unas costas muy accidentadas que alternan playas y acantilados. En total, poco más de 550 km2, con distancias máximas de 40 kms de norte a sur, y poco más de 15 de este a oeste.


Habitada al menos desde 2000 años antes de Cristo, son numerosos los restos arqueológicos encontrados que nos recuerdan a sus habitantes más primitivos, pero también el paso del pueblo y la cultura Fenicia por sus costas, su importancia en el desarrollo de las Guerras Púnicas, y su posterior dominación romana. Su capital, la ciudad de Ibiza, parece haber sido fundada hacia el siglo VII a.C. Conquistada todavía muchas más veces, por Vándalos, Bizantinos, pueblos Bereberes, y finalmente por la Corona de Aragón, pasó a formar parte del que se llamó Reino de Mallorca, y que con el tiempo se acabó incorporando a la Corona Española, tras la unificación en época de los Reyes Católicos.


Viajar a Ibiza es fácil y puede resultar incluso bastante económico si lo planeamos con suficiente tiempo. Es evidente que la isla está conectada por barco con el resto de España. Los principales puertos de conexión son Barcelona, Valencia, Denia y Alicante. Pero evidentemente el transporte más rápido y aconsejado desde Madrid será el avión. El aeropuerto de Ibiza está muy cerca de la ciudad y tiene conexión en autobús urbano, con la ciudad de Ibiza; y por supuesto también en taxi, aunque siempre resultará sensiblemente más caro. La frecuencia de vuelos, como en cualquier destino turístico, es muy diferente dependiendo de la época del año, pero la isla está permanentemente conectada con Madrid a través de vuelos regulares con las principales compañías nacionales, e igualmente a través de varias compañías Low Cost que pueden resultar muy económicas si el viaje se organiza con la suficiente anticipación.

Ibiza se presenta con una variadísima riqueza cultural, que es el reflejo de su historia. Aprovechad para conocerla a través de sus paisajes y sus monumentos. Por ejemplo, el Museo Arqueológico o el Etnológico de Santa Eulària, pueden suponer un buen acercamiento. Pero además, si sois aficionados a la historia y la arqueología, podréis disfrutar de yacimientos cartagineses, romanos y árabes dispersos por el territorio insular. Entre los más famosos están el Santuario de es Cuieram, en Sant Vicent, que estaba dedicado a la Diosa Tanit; o la necrópolis de Puig des Molins; o el poblado fenicio de sa Caleta.

Otra manera más práctica de comprender esta riqueza cultural es a través de la arquitectura tradicional ibicenca. La fusión de todos los pueblos, etnias y culturas que han pasado por la isla, han creado un carácter propio que pasaba por la imperiosa necesidad de defenderse de los ataques marítimos. Por ello las construcciones tradicionales son de líneas simples, duras y contundentes, más pensadas para resistir a un asedio, que para agradar al habitante. Ejemplos fantásticos son las numerosas torres defensivas construidas en lugares estratégicos, pero también y sobre todo las casas tradicionales. Y aún por encima de todo ello el conjunto amurallado de Dalt Vila, que es el centro histórico de la ciudad de Ibiza, y que la UNESCO denominó como la fortaleza costera mejor conservada de todo el Mediterráneo.

Quizás lo más interesante de esta protección de gran parte de la isla bajo el título honorífico de Patrimonio de la Humanidad radica en su propia definición. No sólo están protegidos recintos históricos y yacimientos arqueológicos, sino que ha sido definido como “Biodiversidad y cultura. En palabras de la propia organización: “Ibiza proporciona un excelente ejemplo de la interacción entre los ecosistemas marino y costero. Las densas praderas de Posidonia oceánica (hierba marina), una importante especie endémica que se encuentra sólo en la cuenca mediterránea, contiene y sostiene a una diversidad de vida marina. Ibiza conserva evidencias considerables de su larga historia. Los lugares arqueológicos de Sa Caleta (asentamiento) y Puig des Molins (necrópolis) testifican el importante papel que tuvo la isla en la economía mediterránea en la protohistoria, particularmente durante el periodo fenicio y cartaginés. La fortificada Ciudad Alta (Dalt Vila) es un destacado ejemplo de arquitectura militar renacentista; y tuvo una profunda influencia en el desarrollo de las fortificaciones en los asentamientos españoles en el Continente Americano”. Así que en la medida de vuestras posibilidades, interés y medios, realizad alguna excursión por el conjunto de la Isla, algo que se puede hacer a través de las diversas líneas de autobús interurbano. Puede ser una excepcional idea.


Pero evidentemente, la gran imagen de Ibiza es la de la fiesta que nunca se acaba. La isla se ha convertido en un icono de restaurantes, bares y discotecas, con estilo propio, reconocible en todo el mundo. Y lo más interesante es la increíble diversidad que también en este ámbito se puede encontrar. Dependiendo de la época del año encontraréis fiestas y conciertos en las playas. En Ibiza se dan cita, normalmente, los más famosos DJ’s del planeta, y sus discotecas marcan estilos y tendencias. El ocio nocturno de Ibiza está siempre en constante innovación y ofrece una oferta puntera que no deja de sorprender en todo el mundo. Tal vez sea buena idea visitar alguna de sus discotecas o ambientes más conocidos, como puede ser Pachá, Privilege Ibiza, Amnesia, o el Café del Mar. Será importante que antes de visitarlas, o incluso antes de realizar el viaje, tengáis en cuenta si están abiertas o cerradas, pues algunas de ellas sólo funcionan durante los meses más cálidos del año.


La isla de Ibiza tiene una población habitual de unos 130.000 habitantes, la mayoría de los cuales trabajan directa o indirectamente en el sector del turismo, aunque las actividades tradicionales siempre fueron la pesca y la agricultura. Precisamente por esa razón, por su gran pasado y tradición, en Ibiza podréis aprovechar para degustar algunos platos típicos y tradicionales. La gran pasión ibicenca está en los productos frescos y naturales. Así que pescados y mariscos son la base de la dieta, junto con lo que ofrece la tierra de la isla. Destaca la calidad de su aceite, sus espárragos verdes, o los robellones (un tipo de seta). Y junto con los frutos del mar, se combinan en exquisitas recetas donde brillan con luz propia los arroces, los guisos de pescado o aves, y los pescados horneados. Si tenéis ocasión probad el llamado “Arroz de pescador”, un plato que se inspira en la paella, aunque varía un poco sus ingredientes; o la “Borrida de Ratjada”, un guiso de pez raya; y finalizad vuestra comida con “Flaò”, quizás la más ibicenca de todas las tartas, una especie de bizcocho de queso con un suave sabor a menta.


Cualquier época del año es fantástica para visitar Ibiza. Si evitáis los meses de Julio a Septiembre, disfrutaréis de la isla con mucha más calma y menos gente. Por el contrario, los meses de invierno puede existir el riesgo de que muchos negocios como bares, restaurantes, discotecas y otros negocios pensados para el turismo puedan estar cerrados. No obstante es una buena época, de cualquier manera, pues el clima de Ibiza es suave todo el año, y su temperatura media anual es de unos 19º celsius, que nos permitirá disfrutar en cualquier momento. Las mínimas, en invierno, no suelen ser menores de 12º, y las máximas, en verano, no suelen superar los 30º. Eso sí, evidentemente por el pequeño tamaño de la isla, contemplad el altísimo grado de humedad relativa cuando planeéis un viaje, pues una chaqueta puede ser más que aconsejable en los meses más fríos.







I.Y.P.

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