La pequeña población de Cercedilla es uno de los destinos
preferidos por los madrileños que buscan sol, nieve, tranquilidad y naturaleza.
Situada a sólo 56 kms. de Madrid, y encaramada ya en las faldas de la Sierra de Guadarrama, Cercedilla nos ofrece todo lo que podemos necesitar para una fantástica
jornada de montaña, ya sea invierno o verano, primavera u otoño. Cercedilla es
una población que vive en la montaña y para la montaña. Un solo dato nos lo
explica: en ella nació Paco Fernández Ochoa, primer medallista olímpico en unos
juegos de invierno para España; y en total hasta 22 campeones de España de esquí,
en las modalidades de alpino y de fondo, están ligados a la historia de esta
pequeña población.
Subida desde Cercedilla a Navarrulaque |
Para llegar hasta Cercedilla tenemos dos opciones de
transporte público. La primera de ellas es el tren. A través de la Red de
Cercanías llegaremos con mucha facilidad a Cercedilla, ya que está en la línea
que comunica Madrid con Segovia (C.8b), y por tanto podremos tomar el tren
prácticamente cualquier estación de la red de Cercanías del centro de Madrid.
Además, la frecuencia de trenes es relativamente alta, con aproximadamente uno cada 40
minutos en las horas punta, descendiendo sensiblemente en las horas valle, y
aún un poco más en los días festivos, hasta más o menos uno a la hora. La otra
opción de transporte público, igual de práctica, es el autobús interurbano de
la compañía Larrea, que tiene su partida en Madrid desde el intercambiador de Moncloa. En cualquiera de los dos casos, en poco más de una hora estaremos en
el destino.
La primera impresión que tendremos en Cercedilla es la de estar
muy lejos de Madrid, pues nada excepto el gran número de visitantes nos
recuerda que muy cerca tenemos una ciudad de más de cuatro millones de
habitantes. Pero es que, como suele suceder en la mayoría de las localidades serranas
de Madrid, las poblaciones son pequeñas y aún conservan ese ambiente popular,
incluso rural que en absoluto existe en la capital. Pero no nos engañemos,
Madrid está cerca, y por ello la mayoría de la población de Cercedilla se
dedica al sector de servicios; especialmente restauración y otras actividades
turísticas como son la organización de todo tipo de actividades de ocio: hiking,
escalada, rutas por la naturaleza, paseos en caballo, en bicicleta… Es también
zona de “residencia veraniega”
de grandes empresas y multinacionales; y a la vez y como contrapunto son
todavía habituales las explotaciones ganaderas, que están diseminadas por las
inmediaciones de la población, y que ayudan sensiblemente a obtener esa
sensación tan agradable de naturaleza, de retiro, o de pueblo.
Mirador de Vicente Aleixandre |
Una vez llegados a Cercedilla podemos comenzar a disfrutar
de la montaña, por ejemplo tomando alguna de las muchas rutas, caminos y
senderos indicados. Pero también hemos de saber que tenemos todavía opción de
prolongar un poco más nuestro viaje: podemos tomar el tranvía que desde la misma estación de tren nos llevará a lo más
alto de los puertos de Navacerrada y de Cotos, desde donde no sólo podremos disfrutar de una
de las mejores panorámicas de la propia sierra y la Comunidad de Madrid; sino que
también seguiremos con la opción de realizar alguna ruta señalizada, y si es
invierno y hay nieve, no lo olvidemos, practicar el esquí. Si optamos por
quedarnos en Cercedilla podemos acudir a alguno de los distintos puntos de
información (del Ayuntamiento de Cercedilla, o de la Comunidad de Madrid) para tomar los últimos apuntes y mapas, y
realizar alguna de las numerosas rutas que se nos ofrecen. Algunas son
especialmente famosas, caso de la Ruta o Camino Smith, o la Ruta de subida a la Peñota, o
la Fuenfría, o la montaña de Montón de Trigo, o recorrer la vieja “Carretera de
la república” (que está cerrada al tráfico rodado), y en muchos casos asomarnos
a la otra vertiente de la sierra y disfrutar de la panorámica de Segovia y
Castilla… Podréis encontrar gran cantidad de rutas perfectamente
señalizadas por distintas asociaciones deportivas y culturales, y con muy
distintos grados de dificultad y longitud. La señalización, por cierto, es muy
clara normalmente, y consiste habitualmente en círculos o triángulos de
distintos colores que nos guían por todos los cruces de caminos y senderos. Aún
así siempre podéis acudir a las distintas webs, muy numerosas, que ofrecen
mapas y planimetrías bastante precisos, que tal vez sea conveniente, diría una
buena idea. Una búsqueda en google con "rutas sierra de guadarrama - cercedilla" os dará resultados más que suficientes, y podréis hacer una selección a vuestro gusto.
Pero de entre todas las rutas existentes, hoy queremos proponer aquí
una “circular” para iniciar y
finalizar en Cercedilla, de dificultad baja y con un recorrido total aproximado de
unos 8 kms, y que en su punto más alto
nos ofrece una fantástica panorámica de media Comunidad de Madrid. Si la
realizáis visitaréis interesantes lugares donde la asociación cultural
Navarrulaque ha creado y mimado una serie de “miradores” bautizados y dedicados
a distintos escritores españoles. Esta ruta es popularmente conocida como la
subida a Navarrulaque, o ruta de los miradores. Para realizarla saldríamos
de Cercedilla, como no podía ser de otra manera, subiendo. Desde la estación de
tren, o la parada del autobús (pues están una frente a la otra), hemos de tomar
la carretera que sube hace “las dehesas”,
eligiendo para ello la carretera a nuestra izquierda en el primer cruce. Ésta discurrirá
bordeando la población sin pasar por el centro de ella, y siempre en progresivo
ascenso nos va alejando del pueblo. Nos llevará (simplemente caminando por la acera) a través de un paisaje que se va
adentrando en un valle, e iremos dejando a derecha e izquierda hospitales, el Colegio
La Paloma, el Centro de Interpretación de la Naturaleza, y el Área Recreativa Municipal
de Cercedilla; lugar a tener muy en cuenta para las visitas en épocas
calurosas, pues tiene piscinas naturales de espectacular belleza y agua bien
fresca. A partir de este punto, en nuestra ruta se acaban las aceras y las carreteras,
y podemos disfrutar ya de sendas y veredas, señalizadas por códigos de colores
que se van adentrando en la espesura de pinares.
Calzada Romana durante el ascenso |
Pocos minutos después alcanzaremos un interesante lugar.
Ante nosotros tendremos una vieja calzada romana que comunicaba Madrid con
Segovia. Se puede apreciar todavía el trazado original, con puentes y empedrados
que probablemente responden ya a reconstrucciones del periodo moderno.
Seguiremos por ella en el que será el tramo de mayor dureza, con una
pronunciada subida que nos dejará finalmente en una pista de tierra, y que a
partir de ahora seguiremos hasta el punto más alto de la montaña. Por cierto, a
los más aventureros les diré que desde este camino, se podrá hacer una rápida
incursión a la “ducha de los ingleses” una hermosa caída de agua, retirada unos
400 metros del camino, y señalizada con carteles. Retomando el camino que
traíamos, seguiremos ascendiendo hasta la parte más alta de nuestra ruta.
Llegados por fin a la cima y campo de Navalurraque, encontraréis los
populares miradores: espectaculares formaciones rocosas levemente trabajadas o
adaptadas por la mano humana, y que nos ofrecerán las mejores vistas del gran valle
madrileño. Las formaciones rocosas han sido acondicionadas con escaleras y bancos de modo que es facil subir por ellas y gozar de la privilegiada vista que nos ofrecen. Además, en las propias rocas han sido tallados fragmentos de poemas de Vicente Aleixandre y Luis Rosales, relativos todos a la belleza de la propia Sierra de Guadarrama. Cuando estéis en el primero y más grande de ellos, a vuestra espalda tendréis uno de los picos más emblemáticos de los
montañeros madrileños: los “siete picos”. Los miradores están dedicados a los citados escritores, pero la intervención en el paisaje no se acaba aquí. No muy distante, a unos
cinco minutos a pie, se encuentra también el reloj solar dedicado al premio
Nobel Camilo José Cela, con precisas instrucciones para que el visitante pueda
leer la hora solar. Para llegar a él basta tan sólo con regresar al camino principal y caminar tan sólo unos centenares de metros más.
Fauna salvaje en las inmediaciones de Cercedilla |
El camino de vuelta a Cercedilla nos ofrece dos opciones. La más sencilla es volver
siempre sobre nuestros pasos, por el camino que ya hemos utilizado, hasta Cercedilla. Pero la segunda, y que considero
más adecuada para variar el camino y el paisaje, es tomar el sendero que surge
a unos cinco minutos de los miradores –esta vez ya descendiendo–, a mano
izquierda, y que siguiendo las señales de círculos naranjas que lo marcan, nos
devolverán a Cercedilla por un intenso y hermoso paisaje de pinos, robles y
helechos, siempre ya en descenso. Habremos realizado así un bonito paseo por la montaña, sin demasiada dificultad en tanto que ni la distancia ni las inclinaciones del terreno son excesivas.
Pero como siempre, esta es sólo una opción de las muchas, muchísimas que se ofrecerán en
Cercedilla. Podéis elegir cualquier otra ruta, camino o sendero. Prestad atención a la señalización de la ruta que elijáis y no os
desviéis demasiado pues podéis perderos. Dicho esto, si realizáis vuestra
visita en fin de semana será muy habitual que encontréis a otros excursionistas
o montañeros que os pueden orientar si esto sucediese. Aunque hay numerosas
fuentes, también será buena idea llevar agua (y un bocadillo) y el teléfono
móvil para cualquier tipo de emergencia, pues normalmente hay cobertura. Por
último recordad también que estaremos a casi 2000 metros de altitud, razón por
la cual convendrá llevar ropa y calzado adecuado a la época del año en que
hagamos la excursión.
I.Y.P.
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